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Micoterror de otoño

Hola, amigos del microscópio

Mientras el paisaje se tiñe de ocres y el aire se carga de humedad, en los laboratorios se disparan los cultivos de Candida, Aspergillus y otros hongos que reclaman nuestra atención. Entre placas de Sabouraud, micropipetas y cabinas de seguridad, el día a día de un técnico de laboratorio micológico consiste en identificar morfologías, interpretar resultados de PCR y garantizar que los entornos clínicos, ambientales y alimentarios cumplan con los más estrictos controles. Porque para nosotros, los técnicos, el otoño no es solo una estación: es el momento crítico en que cada espora cuenta. Los técnicos se convierten en verdaderos micólogos de bata blanca.

➤ Micología clínica: el repunte otoñal

Con el descenso de las temperaturas y el aumento de la humedad, muchas infecciones por hongos aprovechan para florecer:

Incidencia de candidiasis sistémica aumenta un 15–20 % entre septiembre y diciembre.

Aspergilosis invasiva notifica un repunte en pacientes con EPOC y trasplantes de médula ósea, especialmente en unidades hospitalarias con obras en curso (polvo favorece la dispersión de conidias).

Dermatofitosis recidivante, sobre todo en deportistas y en uso de calzado oclusivo prolongado.

Retos que enfrentamos: C. auriseme es multirresistente y tolerante a azoles y anfotericina B. Su diseminación nosocomial en otoño exige protocolos estrictos de limpieza con peróxido de hidrógeno vaporizado. Por otro lado, el aumento de mutaciones en cyp51A en A. fumigatus que reducen la eficacia de voriconazol.

➤ Micología ambiental: cuando el hongo vive entre nosotros

Los laboratorios de calidad del aire y entornos industriales también lo notan. En otoño se disparan los informes de alergias estacionales causadas por esporas fúngicas, algo que requiere monitorización técnica especializada.

⇝ Métodos cuantitativos

• Microcapturadores de aire tipo Andersen de 6 etapas para medir concentración de esporas (UFC/m³).

• Luces UV y cámaras de sedimentación en laboratorios y salas blancas para controles continuos.

Infografía de curiosidades fúngicas - 1
Infografía de curiosidades fúngicas - 1

➤ Seguridad alimentaria: cuidado con las micotoxinas

Con el inicio del almacenamiento postcosecha de cereales, frutos secos y legumbres, los hongos como Aspergillus flavus y Fusarium encuentran su lugar ideal para crecer. Riesgo de aflatoxinas, ocratoxinas y fumonisinas, sustancias tóxicas y potencialmente cancerígenas.

⇝ Fases críticas

Recolección: muestreo aleatorio de granos en campo.

Transporte: control de temperatura y humedad en contenedores.

Almacenaje postcosecha: revisión semanal de silos.

⇝ Técnicas de detección

Cromatografía líquida acoplada a espectrometría de masas(LC–MS/MS): detecta simultáneamente > 50 micotoxinas con límites de cuantificación en ng/kg.

Biosensores de ADN aptamérico para detección rápida in situ (menor 30 min).

Ensayos inmunoenzimáticos multiplex (ELISA 96 pocillos) para cribado masivo.

➤ Biotecnología y laboratorios de investigación: los hongos como aliados

No todo es malo ; muchos laboratorios usan hongos para:

• Nuevos antibióticos y metabolitos

Penicillium chrysogenum modificado genéticamente para producir variantes de penicilina con mayor espectro. Por otro lado, descubrimientos de polipéptidos antifúngicos (CFP-1) contra patógenos multirresistentes.

• Fermentaciones de precisión

Biorreactores de lecho fijo con Rhizopus oryzae para producción de ácido láctico con rendimientos. Por otro lado, uso de sistemas de monitoreo en línea (pH, DO, CO₂) y control automático de nutrientes.

• Biorremediación otoñal

Descomposición de residuos lignocelulósicos de la poda otoñal por Trametes versicolor, liberando enzimas ligninolíticas que permiten compostaje acelerado.

➤ ¿Y cuál es nuestro papel como técnicos en el laboratorio micológico?

⇝ Preparación y cultivo en medios selectivos

Medio Sabouraud: tras la recepción de la muestra (esputo, sangre, hisopo cutáneo…) se siembra en este medio ácido que inhibe bacterias y favorece el crecimiento fúngico.

Incubación: control estricto de temperatura (28–30 °C para levaduras, 35–37 °C para dimórficos) y tiempo (de 48 h hasta 2 semanas según el hongo).

Control de calidad: incluir cepas control (por ejemplo, Candida albicans ATCC 10231) para asegurar que el medio y la incubación funcionan correctamente.

⇝ Tinciones diagnósticas

• KOH al 10 %: preparación rápida de montajes directos; la KOH disuelve queratina y células, dejando las estructuras hifales y esporas más visibles.

• Azul de lactofenol: tiñe pared celular fúngica, resalta morfologías; ideal para diferenciar dermatofitos y levaduras.

• Lectura al microscopio: ojo entrenado para identificar septos, ramificaciones (“ramas en “Y” en Aspergillus”), cuerpos de clamidio, blastoconidias…

⇝ Identificación morfológica

Examen macroscópico: aspecto de la colonia (color, textura, bordes), que ayuda a sospechar géneros (p. ej. terciopelo verde-azulado en Penicillium).

Micromorfología: cultivo en medios de indución (p. ej. PDA) y montaje en líquido de lactofenol para observar conidióforos, conidios y esporangios.

Galerías bioquímicas (API 20C AUX, CHROMagar): para levaduras, identifican perfiles de utilización de carbohidratos o patrones de coloración diferencial.

⇝ Biología molecular rápida

• PCR multiplex: extracción automatizada de ADN, mezcla de cebadores específicos para > 10 patógenos (C. albicans, C. glabrata, A. fumigatus, etc.).

• Ventajas que ofrece la técnica: resultados en menor 4 ,alta sensibilidad (hasta 10–100 copias de ADN) y permite detección directa de mutaciones asociadas a resistencia (p. ej. cyp51A en Aspergillus).

• Retos: evitar contaminación cruzada (uso de cabinas PCR‑free), controles positivos y negativos.

⇝ Espectrometría de masas MALDI‑TOF

Es una técnica de análisis que permite identificar y caracterizar moléculas, especialmente biomoléculas como proteínas y péptidos, mediante la medición de su relación masa-carga. MALDI-TOF significa "Ionización por Desorción/Ionización Láser Asistida por Matriz, Tiempo de Vuelo". En esencia, la técnica involucra la ionización de la muestra mediante un láser en presencia de una matriz, seguido de la separación de los iones según su tiempo de vuelo en un analizador TOF (algún día hablaré de ella me parece una técnica muy interesante)

• Ventajas: identificación en minutos, precisión de > 95 % a nivel de especie, ahorro de reactivos.

• Retos: requiere base de datos actualizada; no siempre discrimina cepas mutantes específicas sin módulos especializados.

⇝ Pruebas de susceptibilidad in vitro

• Microdilución automatizada (Sensititre): sistema en placas de 96 pocillos con concentraciones escalonadas de antifúngicos.

• Lectura automatizada: densitómetro interno mide crecimiento y calcula CIM (concentración inhibitoria mínima).

• Interpretación: con guías CLSI o EUCAST, se determina si la cepa es sensible, intermedia o resistente.

• Importancia: ajusta el tratamiento clínico (p. ej. cambio de voriconazol a anfotericina B liposomal si hay elevadas CIM).

En resumen, el técnico micológico no es un mero ejecutor de protocolos, sino un experto que integra biología, tecnología y control de calidad para enfrentarse al “micoterror otoñal” con eficacia y rigor. Ni que decir que el uso de EPI específico es fundamental en este área: mascarillas FFP3, guantes de nitrilo, batas de un solo uso y cascos con filtro de aire (PAPR) en auge en laboratorios de alta contención. Igualmente, cabinas de seguridad biológica clase II actualizadas según norma EN 12469 y un protocolo de desinfección

➤ Perspectivas y retos futuros

Vigilancia climática: integración de datos meteorológicos y de esporas para predecir picos estacionales con algoritmos de IA.

Diagnóstico centralizado mediante redes de laboratorios conectados en tiempo real para monitorizar brotes de micosis.

Desarrollo de vacunas antifúngicas, en fase experimental para candidiasis invasiva.

Este artículo es un homenaje a quienes detectan, estudian y previenen enfermedades causadas por hongos. A quienes, lejos del bosque, también viven un otoño lleno de micelio, esporas y cultivos con forma de nube. En el laboratorio, el otoño no huele a tierra mojada: huele a medio Sabouraud recién abierto.

➤ Webgrafía

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