Renunciar
Hola, amigos del microscópio
Pues vuelvo a estar en búsqueda de empleo. Sí, me uno otra vez a esta ola tan complicada y difícil para emprender un camino nuevo. Un camino de miedos e inseguridades, pero contenta con esta decisión, mi corazón está tranquilo.
Conseguí mi primer trabajo, y eso siempre queda en el corazón. Será parte de esa historia que contaré a mis hijos y nieto, de como empezó mi camino... mi camino hacia el éxito.
Renunciar es de valientes. Soy jóven (aunque me agobia un poco el tema de la edad...). Me agobia mucho la verdad. Hace unos 20 años, el ser madre, tener un buen trabajo, una casa... (lo normal para hacer tu vida) lo conseguías nada más recién salido de tus estudios. Era raro ver a una persona con 30 años sin estas características (estabas fuera de la onda). Pero hoy en día, la media de ser madre está en los 35 años (con los problemas que conlleva esto). Hablo en España. Es la realidad de España.
¿Por qué?
⇢No se consigue trabajo nada más salir de tus estudios... lleva años o una pizca de suerte o chispa. Incluso tienes que abrir mente, ser valiente e irte de tu zona de comfort y fuera de tu ciudad incluso de país. Esto da miedo y mucho. Cruzar el charco tú sola es terrorífico. Tienes que apechugar y seguir hacia delante. Los comienzos a veces son difíciles pero hay que pensar que se hacen por un bien. Que toda acción aunque no veamos sus frutos actualmente, suman y significaran algo. Todo pasa por algo en esta vida.
⇢Tener una casa, siéntate y espera. Me parece alucinante como han subido todos los precios hasta tal punto que tienes que trabajar (tu pareja y tú) y no ganar poco, para poder permitirte una casita de dos habitaciones y dos cuartos de baño. ¿Cuándo se ha encarecido tanto la vida?. Existe la VPO (Vivienda de Protección Oficial) la cuál el último piso que van a construir son de 210.000€. Los jóvenes no nos podemos ir de casa de nuestros padres hasta cuándo... ¿30,35 años?... es alucinante lo que vivimos en este país sin ayudas y la calidad de vida se está postponiendo. Conseguimos trabajo más tarde, casa más tarde... y no hablemos de hacer la compra. Porque cada vez que voy al supermercado da miedo.
Volviendo al tema de que sí, he renunciado a mi trabajo y no pasa nada, por un camino mejor. Un camino donde voy a aprender, formarme más e intentar buscar otro camino. Sobre todo, volver la sensación de ilusión, entusiasmo, esperanza que quizás estaba perdiendo. Voy a nutrirme de conocimientos y pasión por algo que me fascina dentro de mi profesión: microbiología. Y es que soy una persona que nunca se rinde, que lucha por seguir adelante, pero me cuesta saber si el camino que elijo es el correcto. Me dejo guiar quizás por mis impulsos y mi corazón...
Esto es así, odio tomar decisiones. Las decisiones se pueden rectificar pero nunca cambiar y siempre tienen un impacto. Es verdad que siempre me entra la duda de ¿y si hubiera elegido el otro camino?. Las decisiones condicionan el rumbo de nuestra vida. Condicionan el camino que tomamos, y es así. En mi vida he tenido que tomar muchas decisiones y antes me comía muchísimo la cabeza, pero he aprendido a avanzar y no quedarme atrás. A veces se gana y otras se pierde, pero de todas aprendes, avanzamos y crecemos como personas. A veces pienso que somos títeres manejados por nuestro cerebro.
Por lo tanto, dimitir no es sinónimo de fracaso. Es sinónimo de nuevo retos y nuevas aventuras. Nuevos objetivos, nuevos nervios, nuevas primeras veces... A veces es necesario empezar de cero para poder seguir tu rumbo. Si te aferras a algo que no puede ser o no funciona, te quedas estancada.
¿Y si renunciamos para mejorar nuestro estado emocional? hay que tener en cuenta que las principales causas de renuncia son un mal ambiente laboral y un salario por debajo del esperado, pero las características del trabajo, la falta de motivación o de apoyo del jefe a sus empleados son factores que también influyen mucho. Y no pasa nada por decir hasta aquí he llegado, siempre que tu mente y corazón estén sanos. Por lo tanto, hay miles de motivos por el cuál se puede renunciar, y no hace falta dar expicaciones, no se defrauda a nadie porque es tú vida y tu eres dueño de tu destino. El destino lo forjas tú con esas decisiones que tomas.
Así, como ya sabéis soy Técnico de Laboratorio y de Anatomía, futuramente (y si todo va bien) conseguiré otro título que complemente mi formación. Ando liada haciendo cursos diversos, escribiendo y pensando. Mi cabeza nunca para. No escribo por obligación, como véis no siempre publico porque no me salen las palabras. Escribo cuándo me sale del corazón, para desahogarme, para dar a conocer. Compartiendo nos entendemos, escribiendo los sentimientos salen y las palabras se alojan. Siempre agradezco una oportunidad de trabajo, incluso si no es de mi sector como en alguna tienda de ropa, todo enriquece. Todo es una buena oportunidad, un regalo que te da la vida que no se puede desperdiciar.
Tenemos que dar gracias por tener lo que tenemos. Agradezco a mis seres queridos (sobre todo mis padres y mi novio) por estar siempre ahí y confiar en mí. Por agarrarme siempre de la mano y nunca soltarme. Por empujarme cuándo he tenido miedo y ayudarme en hacer realidad mis sueños. Me siento orgulla de este paso, de no tener miedo, de conseguir mis metas y objetivos, de darlo todo.
Nunca sabemos lo que nos depara la vida, y es algo que me pone nerviosa. Soy una persona que tiene que tener todo controlado, pero estoy aprendiendo a que no podemos adelantarnos, vaticinar o presuponer. Todo es bueno en su justa medida, pero a veces hay que dejarse llevar. Ahora mismo es mi momento. Hoy estoy aquí y mañana no lo sé, solamente sé una cosa: quiero ser la mejor en mi profesión